La Ciudad de México (CDMX) podría estar en el horizonte de una revolución en su sistema de movilidad: el transporte público sin costo para los usuarios. Sin embargo, la implementación de esta medida enfrenta desafíos significativos que van desde la viabilidad financiera hasta la integración de diversos sectores involucrados.
Durante la presentación del estudio “¿Transporte público gratuito en la CDMX?” de la asociación CoRe Ciudades Vivibles y Amables, se destacó la posibilidad de implementar un sistema de transporte gratuito que garantice el derecho a la ciudad y promueva la movilidad sustentable. Itzel Hernández, especialista en movilidad, señaló que esta iniciativa podría aliviar la carga económica de los usuarios y trasladar los costos a través de impuestos, colaboraciones privadas y subvenciones.
El transporte público en la CDMX es esencial para la movilidad de millones de personas. Según la “Encuesta Origen Destino 2017”, es el segundo modo de transporte más utilizado, con 15.57 millones de viajes a la semana, solo superado por los viajes a pie.
Sin embargo, la gratuidad del transporte tendría un impacto económico considerable. Datos del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) indican que los habitantes del país gastan una parte significativa de sus ingresos en desplazarse, llegando a representar hasta el 23% del salario para algunos capitalinos.
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Para lograr la implementación exitosa de un transporte gratuito, se deben superar varios desafíos. Víctor Alvarado, especialista en movilidad, enfatiza la necesidad de integrar a los concesionarios de transporte, especialmente aquellos que operan bajo el esquema hombre-camión. Modernizar y profesionalizar este sector es crucial para avanzar hacia un modelo gratuito y eficiente.
En cuanto al financiamiento, Alvarado sugiere la participación del sector privado a través de la publicidad y el uso comercial de la infraestructura de transporte. Actualmente, solo una pequeña parte de los ingresos del transporte proviene del sector privado, y es necesario explorar nuevas fuentes de financiamiento para hacer realidad el transporte gratuito.
En resumen, la idea de un transporte público gratuito en la CDMX es ambiciosa pero alcanzable. Requiere un enfoque integral que aborde tanto los aspectos financieros como los operativos, pero los beneficios potenciales para la ciudad y sus habitantes son enormes. La pregunta que queda en el aire es si la ciudad está lista para abrazar esta transformación y superar los desafíos que conlleva.
Fuente: Reporte Indigo
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