Un Panorama Ferroviario en Transformación
En el transcurso de este sexenio, la administración actual ha hecho del transporte ferroviario un foco central, tanto para pasajeros como para carga. Sin embargo, las expectativas iniciales y los resultados obtenidos revelan una mezcla de avances significativos y retos persistentes. A pesar de las promesas de desarrollar 18 mil kilómetros de vías férreas para trenes de pasajeros, solo se alcanzarán 3,500 kilómetros. Mientras tanto, el sector del transporte ferroviario de carga sigue necesitando una política pública robusta que promueva su crecimiento frente al autotransporte.
Juan Carlos Miranda Hernández, director general de JCMIC, una empresa de consultoría en ferrocarriles, señala que la participación del ferrocarril en el transporte de carga no ha experimentado cambios sustanciales en años, manteniéndose entre el 25% y el 26%. “Ni en anteriores administraciones, ni en la que concluye, se ha diseñado esa política pública para incentivar el uso del medio de transporte que, hoy por hoy, es el más eficiente, seguro y sustentable”, destaca Miranda Hernández.
Cifras y Crecimientos Moderados
De acuerdo con la Agencia Reguladora del Transporte Ferroviario (ARTF), el Servicio Público de Transporte Ferroviario de Carga alcanzó un récord histórico en 2023 al movilizar 131.48 millones de toneladas, un incremento del 2.3% respecto de 2022. No obstante, la tasa de crecimiento acumulado desde 2017 a 2023 es apenas del 0.60%.
El Sistema Ferroviario Mexicano también mostró un aumento en su extensión, pasando de 26,914 kilómetros en 2022 a 27,732 kilómetros en 2023. Este crecimiento se debe en gran parte a proyectos de infraestructura como el Tren Maya y el tren interurbano México-Toluca.
Miranda Hernández considera que “el modo de transporte ferroviario tuvo, en general, buen avance” durante el sexenio de Andrés Manuel López Obrador, impulsado en parte por el nearshoring y el crecimiento de mercados no tradicionales como el intermodal y el automotriz. Sin embargo, subraya que el modelo de concesiones para el transporte ferroviario de carga ha sido acertado, con inversiones acumuladas desde 1997 que superan los 14 mil millones de dólares en infraestructura, equipo y tecnología comparables a los de Estados Unidos y Canadá.
Efectos Negativos y Retos
A pesar de los logros, Miranda Hernández identifica tres efectos negativos que han afectado al sector durante este sexenio. La construcción del Tren Maya y la reconstrucción del Ferrocarril del Istmo de Tehuantepec (FIT) han paralizado el tráfico de carga en el sur-sureste del país, especialmente en Tabasco, Campeche y Yucatán, y han afectado seriamente a Oaxaca y Chiapas. La recuperación de estos tráficos y el desarrollo de nuevos serán un desafío considerable debido a que los usuarios han implementado soluciones logísticas alternativas a largo plazo.
Otro problema significativo ha sido los bloqueos a las vías férreas por parte de terceros en estados como Michoacán, Sonora, Chihuahua y Veracruz. El bloqueo más grave ocurrió en el corredor Acámbaro-Lázaro Cárdenas, donde las interrupciones duraron más de dos meses, afectando la competitividad del puerto de Lázaro Cárdenas y del corredor Lázaro Cárdenas-Nuevo Laredo.
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El Desafío de la Rentabilidad del Tren Maya
Benjamín Alemán Castilla, socio fundador de Alttrac y extitular de la ARTF, advierte sobre la dificultad de hacer rentable el Tren Maya sin incorporar el transporte de carga. “La presidenta electa ha hablado también de la parte de carga que es un componente vital para aspirar a que este subsistema tenga cierta rentabilidad”, asegura.
Alemán Castilla señala que, para que el Tren Maya tenga éxito, es crucial integrar el transporte de carga en su operación. Sin este componente, la rentabilidad del proyecto se verá seriamente comprometida, especialmente dado el alto costo de inversión y mantenimiento asociado con el tren.
Necesidad de Políticas Públicas Efectivas
El sector ferroviario de carga en México sigue necesitando una política pública efectiva que promueva su crecimiento y competitividad. A pesar de los avances en infraestructura, como el Tren Maya y el FIT, la falta de una estrategia clara para incentivar el uso del ferrocarril sigue siendo una barrera.
Miranda Hernández enfatiza la importancia de desarrollar políticas que no solo fomenten el uso del ferrocarril, sino que también aseguren que las inversiones en infraestructura se traduzcan en beneficios tangibles para la industria. Esto incluye la implementación de medidas para evitar los bloqueos de vías y mejorar la eficiencia en la operación de los trenes de carga.
El Futuro del Transporte Ferroviario en México
A medida que este sexenio llega a su fin, el sector ferroviario en México se encuentra en una encrucijada. Los proyectos de infraestructura como el Tren Maya y el tren interurbano México-Toluca han demostrado el potencial del transporte ferroviario para transformar la movilidad en el país. Sin embargo, para que estos proyectos sean sostenibles y rentables, es necesario abordar los desafíos pendientes y promover una política pública que apoye el crecimiento del sector de carga.
El desarrollo de una estrategia integral que incluya incentivos para el uso del ferrocarril, mejoras en la infraestructura existente y medidas para garantizar la seguridad y eficiencia de las operaciones es crucial para el futuro del transporte ferroviario en México.
El sector ferroviario en México ha experimentado avances significativos durante este sexenio, pero también enfrenta desafíos considerables. Los proyectos de infraestructura han ampliado la red ferroviaria del país, pero la falta de una política pública clara para promover el uso del ferrocarril en el transporte de carga sigue siendo una barrera importante.
Para que el transporte ferroviario en México alcance su máximo potencial, es necesario implementar una estrategia integral que aborde estos desafíos y promueva el crecimiento sostenible del sector. Con un enfoque en la innovación, la eficiencia y la sostenibilidad, el transporte ferroviario puede convertirse en un pilar fundamental de la movilidad en México, beneficiando tanto a la economía como a la sociedad en su conjunto.
En resumen, el futuro del transporte ferroviario en México depende de la capacidad de las autoridades y los actores del sector para trabajar juntos en el desarrollo de una visión compartida que promueva la modernización y el crecimiento sostenible de la industria. Solo así se podrá aprovechar plenamente el potencial del ferrocarril como un medio de transporte eficiente, seguro y sustentable.
Fuente: T21