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Infraestructura olvidada: El lento calvario del transporte de carga en el estado de México

Infraestructura
Crédito Imagen: Gobierno de México

El transporte de carga en el Estado de México enfrenta un panorama desalentador debido a las deplorables condiciones de infraestructura que prevalecen en la región. Retrasos constantes, unidades varadas y recorridos extendidos son solo algunas de las problemáticas que afectan diariamente a los transportistas. Según Carlos García Álvarez, vicepresidente de la Alianza Mexicana de Organizaciones de Transportistas (Amotac), la falta de mantenimiento en las vías ha convertido cada entrega en una odisea, incrementando costos y tiempos de traslado de manera significativa.

Un olvido costoso: La falta de mantenimiento

Durante la última administración, el mantenimiento de la infraestructura vial ha sido relegado al olvido, señala García Álvarez. Sin reencarpetados, bacheo o renovación de la carpeta asfáltica, las vías del Estado de México han llegado a un estado de deterioro alarmante. Un caso emblemático es el de la carretera federal Tenango del Valle-Tenancingo, cuya condición afecta gravemente la conectividad con la zona sur del estado. “Nos afecta porque hay vialidad desde Zumpahuacán, Morelos y tenemos que dar la vuelta hasta la Ciudad de México”, comenta García Álvarez.

Este desvío necesario incrementa los costos de traslado de mercancías, ya que obliga a los transportistas a recorrer rutas más largas y peligrosas. El vicepresidente de Amotac describe cómo “todas las carreteras y accesos a las zonas urbanas están devastadas. Desde el Circuito Exterior ya no son cráteres, son barrancas. Es una constante ver los automóviles parados, con llantas quebradas y suspensión dañada”.

El impacto de la temporada de lluvias

La temporada de lluvias ha agravado aún más la situación. Las intensas precipitaciones no solo aumentan el número de baches y desperfectos en las vías, sino que también ralentizan el tráfico, haciendo que los tiempos de entrega se disparen. Las conexiones de acceso a la capital del país, en particular, se ven severamente afectadas, prolongando el calvario de los transportistas y encareciendo el costo logístico.

Consecuencias económicas y de seguridad

Las condiciones actuales de las vías no solo tienen repercusiones económicas para las empresas de transporte, sino que también plantean serios riesgos de seguridad. Los vehículos que deben sortear caminos en mal estado tienen mayores probabilidades de sufrir accidentes, poniendo en peligro tanto a los conductores como a la carga. Además, los constantes desperfectos en los camiones implican gastos adicionales en reparaciones y mantenimiento, reduciendo aún más los márgenes de ganancia de los transportistas.

La voz de los transportistas: Un llamado a la acción

Desde Amotac, se ha hecho un llamado urgente a las autoridades para que tomen medidas inmediatas. La renovación y mantenimiento de las vías no es solo una cuestión de eficiencia económica, sino también de seguridad y bienestar para todos los que dependen del transporte de carga. García Álvarez enfatiza la necesidad de intervenciones rápidas y efectivas: “Es fundamental que se realicen trabajos de mantenimiento adecuados. No podemos seguir enfrentando estos retos sin el apoyo del gobierno”.

Una solución integral: Mantenimiento y planificación

La solución al problema del deterioro vial en el Estado de México requiere un enfoque integral. No se trata solo de reparar los daños existentes, sino de implementar un plan de mantenimiento preventivo que evite que las vías lleguen a un estado tan deplorable. Además, es esencial considerar el impacto de las condiciones climáticas y diseñar infraestructura resiliente que pueda soportar las intensas lluvias sin deteriorarse rápidamente.

La esperanza en la acción coordinada

El estado del transporte de carga en el Estado de México es un reflejo de la necesidad urgente de atención y acción por parte de las autoridades. La infraestructura vial es un componente crucial para el desarrollo económico y la seguridad de la región. Invertir en su mantenimiento y mejora no solo beneficiará a los transportistas, sino que también impulsará la economía local al facilitar el comercio y reducir costos logísticos.

Los transportistas, encabezados por líderes como Carlos García Álvarez, continúan alzando la voz, esperando que su llamado sea atendido. La mejora de las condiciones viales no es solo una necesidad, es una obligación que debe ser cumplida para asegurar un futuro más próspero y seguro para todos.

Fuente: ASI SUCEDE

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Andres Machado

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