La movilidad sustentable en México enfrenta un desafío crucial: la escasez de Diésel de Ultra Bajo Azufre (DUBA), un combustible esencial para la implementación de tecnologías limpias en el transporte de carga y pasajeros. Con solo 15 partículas de azufre por millón, el DUBA es fundamental para cumplir con las normativas Euro VI y EPA 10, que buscan reducir las emisiones contaminantes. Sin embargo, la distribución irregular y la falta de estaciones que ofrecen este tipo de diésel han obstaculizado el avance hacia un sector del transporte más limpio y eficiente.
Un llamado urgente a pemex
Petróleos Mexicanos (Pemex) tiene la responsabilidad de abordar este reto de manera urgente. A partir de la dirección de Víctor Rodríguez, se espera que la empresa estatal tome medidas efectivas para mejorar la disponibilidad de DUBA, ya que actualmente un 20% de los principales corredores carreteros en México aún no cuenta con acceso a este combustible. Esta situación pone en riesgo la transición hacia tecnologías más limpias y retrasará los esfuerzos para mitigar el impacto ambiental del transporte en el país.
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El acceso limitado al DUBA no solo representa un obstáculo para la modernización del parque vehicular, sino que también afecta la competitividad del sector logístico en un mundo que cada vez demanda mayores estándares ambientales. Sin la disponibilidad de este combustible, las empresas del transporte de carga y pasajeros se ven forzadas a seguir utilizando combustibles más contaminantes, perpetuando así un ciclo de emisiones que afecta la salud pública y el medio ambiente.
La distribución irregular
La falta de infraestructura adecuada para la distribución de DUBA es una de las principales barreras que enfrenta el sector. Si bien se han implementado iniciativas para fomentar el uso de tecnologías limpias, la escasez de estaciones de servicio que ofrezcan DUBA limita su adopción. Es imperativo que Pemex y otros actores involucrados en la cadena de suministro trabajen juntos para mejorar la distribución de este combustible, facilitando así el uso de vehículos más eficientes y respetuosos con el medio ambiente.
La transición hacia una movilidad sustentable no es solo una cuestión de cumplir con regulaciones ambientales, sino también una oportunidad para impulsar la economía local. La modernización del sector del transporte puede crear nuevos empleos y fomentar la inversión en tecnologías limpias, beneficiando así a la economía en su conjunto.
La necesidad de un compromiso colectivo
El camino hacia una movilidad sustentable requiere el compromiso de todos los actores involucrados, desde Pemex hasta los transportistas y las autoridades gubernamentales. Es fundamental que se establezcan políticas claras y efectivas que promuevan la adopción del DUBA y otras soluciones sostenibles. Además, se debe fomentar una cultura de responsabilidad ambiental en el sector del transporte, donde las empresas se sientan motivadas a invertir en tecnologías limpias.
El contexto actual de escasez de DUBA no debe ser visto solo como un obstáculo, sino como una oportunidad para repensar y rediseñar la movilidad en México. Con un enfoque adecuado, se puede transformar el sector del transporte en un modelo de sostenibilidad y eficiencia, alineándose con las metas globales de reducción de emisiones y protección del medio ambiente.
Un futuro más sostenible está en nuestras manos
La falta de un suministro constante de Diésel de Ultra Bajo Azufre es un reto que no se puede ignorar. La responsabilidad recae en Pemex y en todos los actores del sector del transporte para garantizar que la transición hacia un modelo más sostenible sea una realidad. La adopción de tecnologías limpias es fundamental no solo para la salud del planeta, sino también para el bienestar de las generaciones futuras.
La movilidad sustentable en México no debe ser un ideal lejano, sino un objetivo alcanzable. Es momento de actuar, de invertir en el futuro y de comprometerse con un cambio que beneficiará a todos. Con la colaboración de todos, podemos construir un sistema de transporte que no solo sea eficiente, sino también respetuoso con el medio ambiente, asegurando un futuro más limpio y sostenible para México.
Fuente: EF
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