Empresas optan por el tren ante crisis del autotransporte en México: inseguridad, déficit de operadores y carreteras en mal estado impulsan cambio logístico
La creciente inseguridad en las carreteras, el deterioro de la infraestructura vial, la escasez de operadores y el envejecimiento del parque vehicular están provocando un cambio profundo en la logística nacional. Cada vez más empresas están migrando hacia el transporte ferroviario e intermodal como una alternativa más segura, eficiente y sostenible para el movimiento de mercancías en el país.
Así lo señaló Diego Anchustegui, presidente de la Asociación Mexicana del Transporte Intermodal (AMTI), quien advirtió que el autotransporte enfrenta una de sus peores crisis estructurales, lo que está acelerando la adopción del ferrocarril y otros esquemas logísticos multimodales.
“El transporte intermodal actualmente se ha vuelto más seguro que el autotransporte convencional. En algunas rutas tenemos una incidencia de robos de apenas 0.05%”, destacó Anchustegui.
Seguridad y eficiencia: las ventajas del ferrocarril
Aunque reconoció que el tren no está exento de riesgos, subrayó que robar un convoy completo es prácticamente imposible, lo que lo convierte en una opción más resistente frente al crimen organizado. “Sí se han registrado aperturas de contenedores en rutas como el Bajío o el Pacífico, pero es más difícil para los delincuentes operar a esa escala”, explicó.
Además de su seguridad, el transporte intermodal puede ser entre 25% y 30% más económico que el convencional en distancias superiores a 500 kilómetros, y hasta un 75% más ecológico, al tiempo que contribuye a reducir el tráfico en carreteras.
“Hoy los trenes son más rápidos, seguros y competitivos. Combinados con tecnologías como GPS en vagones, representan una solución viable para la industria logística nacional”, afirmó.
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Déficit de operadores: un obstáculo crítico
Uno de los retos más urgentes es el déficit de más de 50 mil operadores en el país. Según Anchustegui, esto ha provocado que solo entre el 60% y 80% de las unidades de carga estén en operación, cuando antes se mantenía un promedio del 80-90%.
Para enfrentar este problema, la AMTI propone incluir a más mujeres operadoras en la industria, pero reconoce que aún falta infraestructura y condiciones adecuadas para atraerlas.
“No se trata solo de capacitarlas, sino de crear las condiciones reales para que puedan desempeñarse en un entorno seguro y profesional”, enfatizó.
Puertos saturados: otro cuello de botella
A la crisis del transporte terrestre se suma la saturación de los principales puertos del país, especialmente Manzanillo y Lázaro Cárdenas, que mueven entre 3 y 4 millones de TEU anuales. El problema no radica solo en la infraestructura portuaria, sino también en los cuellos de botella aduanales, ferroviarios y viales que afectan la salida de mercancías.
Anchustegui comparó estas cifras con puertos en Asia que superan los 40 millones de TEU al año, y urgió a una modernización integral si México quiere convertirse en un hub logístico global competitivo.
Carreteras y flota obsoleta agravan el panorama
La situación se agrava con el mal estado de las carreteras, que provoca accidentes, retrasos y pérdidas económicas, además de una flota de tractocamiones con una antigüedad promedio de 20 años, lo que representa riesgos tanto en materia de seguridad como de emisiones contaminantes.
“Hay camiones con más de 40 años circulando. Eso afecta la seguridad, el medio ambiente y la calidad del servicio”, advirtió.
Una transformación logística en marcha
Frente a este contexto, el transporte intermodal —que combina camiones, trenes, barcos o aviones— está ganando terreno como alternativa integral. Las empresas están reconfigurando sus rutas y cadenas de suministro para depender menos del autotransporte y apostar por modelos más resilientes, seguros y sostenibles.
Fuente: La Paradoja