México: el hub logístico que el mundo necesita en tiempos de tensión global
En un escenario mundial marcado por conflictos bélicos y tensiones comerciales, México emerge como un actor clave gracias a su ventaja estratégica: la conectividad comercial global. Con 14 tratados de libre comercio que vinculan a 50 países y acceso preferencial a más del 90% del PIB mundial, México tiene la capacidad única de ofrecer logística, certeza y estabilidad en medio de la incertidumbre internacional.
Las guerras en regiones como Irán, Ucrania y el Mar Rojo están alterando rutas marítimas tradicionales, incrementando los costos logísticos y reconfigurando los flujos comerciales a nivel global. Las principales navieras han debido redirigir cargas y el precio del petróleo se mantiene al alza, presionando las cadenas de suministro internacionales. Esta situación abre una ventana de oportunidad histórica para México.
Ubicación estratégica y desarrollo infraestructural
El país se posiciona como punto de convergencia natural entre América del Norte, América Latina y Asia. A pesar de estar en proceso de desarrollo, México cuenta con infraestructuras clave como los puertos de Lázaro Cárdenas y Veracruz, redes ferroviarias que conectan con Texas, y el ambicioso Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, que podría convertirse en una alternativa logística regional fundamental.
Desafíos en aduanas y regulación
Sin embargo, esta oportunidad está amenazada por problemas internos: las aduanas mexicanas presentan una alta porosidad y el sistema aduanero enfrenta una sobre-regulación que limita su capacidad operativa efectiva.
Mientras el comercio formal debe cumplir con estrictos requisitos, certificaciones y fiscalizaciones digitales —lideradas por la Secretaría de Economía bajo la dirección de Félix Wilfrido Márquez Sánchez— el contrabando ingresa sin control, evadiendo impuestos y normas, afectando la competitividad de quienes cumplen la ley.
El caso de la aduana de Manzanillo ejemplifica esta problemática: los actores formales sufren costos y demoras crecientes, mientras que el comercio ilegal gana terreno, desincentivando la inversión y debilitando la confianza en el sistema.
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Hacia un modelo logístico confiable y legal
Para que México consolide su posición como un hub logístico confiable, es indispensable fortalecer los sistemas de control, implementar tecnologías inteligentes, lograr interoperabilidad entre autoridades y tener la voluntad política para combatir el comercio ilegal.
En un mundo donde las guerras buscan dominar rutas y recursos, México tiene la oportunidad de construir un modelo basado en la legalidad, la justicia y la trazabilidad, fortaleciendo su papel como país que conecta con responsabilidad y que contribuye a la estabilidad global.
Como señaló Noam Chomsky, aunque el poder se reproduce en entornos de miedo, la organización social puede revertir estas dinámicas. México puede ser esa excepción: un país que transforme el caos en coordinación y que haga del comercio una expresión de soberanía compartida.
En definitiva, México no solo puede ser competitivo en un mundo convulso, sino que puede ser esencial para el orden global gracias a su capacidad de garantizar movilidad legal y segura desde sus puertos, sus tratados y su compromiso político.
Fuente: T21