En un acto de unidad y reivindicación, los transportistas de Morelos se manifestaron de manera pacífica para exigir mayor seguridad a las autoridades, tras el violento robo de una retroexcavadora en Cuernavaca. Esta acción resalta la creciente preocupación por la seguridad en el sector del transporte y la necesidad urgente de medidas efectivas por parte de las autoridades.
Durante la reunión, se acordó que la Seprac facilitará la creación de puentes de comunicación con la Guardia Nacional, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), la Fiscalía General del Estado (FGE) y la Comisión Estatal de Seguridad Pública (CES). El objetivo es establecer mesas de trabajo que beneficien a todos los transportistas del estado, abordando de manera integral las preocupaciones de seguridad del sector.
El robo de la retroexcavadora que motivó la manifestación ocurrió el martes 25 de junio, alrededor de las 3:50 horas, en la colonia Lomas de Cortés de Cuernavaca. Este no fue un caso aislado. El pasado 6 de mayo, otra maquinaria similar fue robada en la colonia Lomas Tzompantle, también al norte de Cuernavaca, lo que ya había movilizado al gremio de transportistas.
En respuesta a la creciente inseguridad, el fiscal Uriel Carmona Gándara informó sobre la vinculación a proceso de nueve integrantes de una banda delictiva dedicada al robo y secuestro exprés de transportistas. Estos individuos operaban en la zona sur de Morelos, en autopistas clave como la Del Sol y la Siglo XXI. La medida de prisión preventiva impuesta a estos delincuentes es un paso importante hacia la restauración de la seguridad en el sector.
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Los transportistas han dejado claro que la seguridad es una prioridad ineludible. La violencia y los robos afectan no solo a sus negocios, sino también a su bienestar personal y familiar. La manifestación pacífica y la subsecuente reunión con autoridades demuestran la voluntad del gremio de trabajar en conjunto con el gobierno para encontrar soluciones efectivas.
Alicia Vázquez Luna, al aceptar la reunión y comprometerse a facilitar el diálogo entre los transportistas y las fuerzas de seguridad, ha dado un paso positivo. Sin embargo, queda mucho por hacer. La creación de mesas de trabajo debe traducirse en acciones concretas y efectivas que resulten en una reducción tangible de la inseguridad.
El problema de la inseguridad en el sector transporte no solo afecta a los transportistas, sino también a la economía local y regional. El transporte es esencial para el flujo de bienes y servicios, y su interrupción puede tener consecuencias significativas. Las acciones delictivas incrementan los costos operativos, los precios de los bienes transportados y afectan la competitividad de las empresas locales.
La situación actual es un llamado urgente a las autoridades de Morelos y del país en general. Es imperativo fortalecer las medidas de seguridad, mejorar la vigilancia y asegurar que los transportistas puedan realizar su trabajo sin temor a ser víctimas de la delincuencia. La coordinación entre las diferentes fuerzas de seguridad y la implementación de estrategias de prevención y respuesta rápida son esenciales para abordar este problema de manera efectiva.
La manifestación pacífica de los transportistas de Morelos es un recordatorio de la importancia de la seguridad en el sector. La respuesta de las autoridades, aunque positiva, debe ir acompañada de acciones concretas y sostenibles. La colaboración entre el sector público y privado es fundamental para crear un entorno seguro y propicio para el desarrollo del transporte en la región. Solo así se podrá garantizar que los transportistas puedan desempeñar su labor de manera segura y eficiente, contribuyendo al crecimiento económico y al bienestar de la comunidad en general.
Fuente: El Sol de Cuernavaca