El caos se apoderó de las carreteras Saltillo-Monterrey cuando cientos de camiones de la Confederación Nacional de Transportistas Mexicanos (Conatram) se manifestaron pacíficamente para denunciar las extorsiones de agentes de tránsito municipal. La reunión con Javier Navarro, secretario general de gobierno de Nuevo León, dejó una promesa de solución, pero ¿será suficiente para acabar con la corrupción?
La mañana del jueves se vivió un colapso en las carreteras libre y de cuota de Saltillo-Monterrey debido a una manifestación masiva de la Confederación Nacional de Transportistas Mexicanos (Conatram). Los transportistas, hartos de las constantes extorsiones a manos de los agentes de tránsito de los municipios, decidieron alzar la voz y bloquearon las vías principales. Esta acción llamó la atención de las autoridades, lo que llevó a una reunión con Javier Navarro Velasco, secretario general de gobierno de Nuevo León.
La Voz de los transportistas
Claudio Gallegos Pérez, secretario de la Conatram, expresó su satisfacción con los resultados preliminares de la reunión. “Salimos satisfechos por los acuerdos, sobre todo el ofrecimiento que nos presentó el señor secretario general de gobierno, quien nos ofreció continuar con mesas de diálogo y de trabajo donde se dará puntual solución a la problemática que hemos manifestado públicamente”, comentó Gallegos Pérez.
También le puede interesar: Expo Transporte 2025: Un futuro sustentable para el transporte en México
Los transportistas han sido claros en sus demandas: poner fin a la corrupción, amenazas y chantajes que enfrentan diariamente. “El transporte de carga ya no quiere venir a esta ciudad a traer los productos de consumo debido a la grave extorsión”, añadió Gallegos Pérez. Según el representante, los transportistas son detenidos y se les exige el pago de alrededor de 15,000 pesos, bajo la amenaza de que una grúa se llevará su carga si no cumplen con esta “multa” ilegal.
Un problema sistémico
La situación descrita por los transportistas no es nueva, pero ha alcanzado niveles intolerables. La corrupción entre los agentes de tránsito y la falta de respuestas efectivas por parte de las autoridades municipales han creado un ambiente de inseguridad y desconfianza. Gallegos Pérez reconoció que la solución a esta problemática no será inmediata, ya que implica un proceso que debe comenzar con los secretarios de seguridad pública municipal y continuar con los alcaldes.
La Conatram también ha pedido la renuncia de Arturo Garza Morúa, secretario de seguridad del municipio de Salinas Victoria, quien presuntamente amenazó y agredió verbalmente al delegado de Conatram en Jalisco, Diego Bolio Corona. Esta demanda subraya la necesidad de una respuesta jurídica y disciplinaria hacia los funcionarios involucrados en estos actos de corrupción.
Promesas y expectativas
Javier Navarro Velasco se comprometió a tomar medidas para detener las extorsiones y mejorar la seguridad de los transportistas. “Ellos han tomado la decisión de que se detiene ese tipo de problemas, llevamos enlaces de con quién se va a atender cuando se presente una situación como las que estamos viviendo. Lo importante es que, a partir de este momento, se suspende cualquier mal actuar”, aseguró Gallegos Pérez tras la reunión.
Sin embargo, la verdadera prueba será si estas promesas se traducen en acciones concretas y sostenibles. Los transportistas han dejado claro que no quieren darle el beneficio de la duda al secretario general de gobierno, sino el beneficio de la credibilidad. “Agotar el diálogo, cuando no llegamos a un acuerdo, se toman medidas como las de hoy (manifestación pacífica), es una preocupación del gobierno estatal”, recalcó Gallegos Pérez.
¿Una solución duradera?
Aunque la reunión y los compromisos adquiridos por el gobierno de Nuevo León representan un paso adelante, la desconfianza persiste entre los transportistas. Las promesas deben materializarse en cambios tangibles que mejoren las condiciones de trabajo y eliminen la corrupción sistémica. La vigilancia y presión por parte de la Conatram y otros actores involucrados serán cruciales para asegurar que esta situación no se repita.
La manifestación de los transportistas en Nuevo León ha sacado a la luz un problema profundo de corrupción y abuso de poder que afecta al sector de transporte de carga. La respuesta del gobierno será clave para determinar si esta protesta marca el inicio de un cambio significativo o si, por el contrario, será recordada como una solución temporal a una problemática crónica. Los ojos están puestos en las próximas acciones y en la capacidad de las autoridades para cumplir sus promesas y restaurar la confianza en el sistema de transporte público.
Fuente: El Economista
Add Comment