Según José de Jesús Muñoz Sánchez, vicepresidente de la CANACAR Bajío, las carreteras de Guanajuato y la región Bajío continúan como foco de riesgo para el transporte de carga, pese a que se registra una ligera mejoría.
“La situación sigue siendo complicada, desafortunadamente, aunque ya trabajamos de la mano con las autoridades para que los índices de inseguridad se reduzcan”, enfatizó.
La región Bajío de CANACAR, que abarca los estados de Querétaro, Guanajuato, Aguascalientes, San Luis Potosí y Zacatecas, es la que posee algunos de los más importantes corredores logísticos.
Muñoz Sánchez detalló que los tramos especialmente peligrosos son los que colindan con Querétaro, Jalisco y Michoacán.
“Todos sabemos qué está pasando en esos tramos. No se trata solo de robos aislados, hablamos de grupos delincuenciales con estructuras fuertes, incluso cárteles”, subrayó.
Confirmó que los cambios institucionales, como la desaparición de la Policía Federal de Caminos y la transición a la Guardia Nacional, generaron desestabilidad en la seguridad carretera.
“El abatir la inseguridad es un trabajo conjunto entre sociedad, empresarios y gobierno. No podemos ir cada quien por su lado. Afortunadamente, aunque no al ritmo deseado, la situación va mejorando”, acotó.
Dijo que otro tema que les afecta es el aumento en los costos de los seguros para transportistas, que se han encarecido entre un 50 y 60%, lo cual ha afectado seriamente al sector.
“Las compañías de seguros ya no quieren trabajar con el transporte de carga. Hemos tenido que implementar GPS, monitoreo y otras medidas para disminuir los robos y lograr mejores condiciones”, detalló.
Compartió que, aunque no hay un cálculo exacto, las pérdidas son “considerables” y que si a esto se le suma la incertidumbre internacional por la probable aplicación de nuevos aranceles, los empresarios no pueden realizar planeaciones a largo plazo.
Fuente: El Heraldo
