En 2023, se implementaron cambios normativos para que el gobierno incursionara en el sector aéreo. Sin embargo, será en 2024 cuando podrá observarse con nitidez el impacto de esta nueva dinámica.
La entrada del Estado como nuevo competidor en el sector ha suscitado tanto expectativas como incertidumbres en la industria, generando interrogantes sobre las posibles implicaciones de estos movimientos.
Gerardo Herrera, especialista del sector aéreo y académico de la Universidad Iberoamericana, considera que ello da un nuevo mensaje por parte del Gobierno sobre su interés en la industria aérea, pero más allá del nuevo objetivo presidencial, quedan las dudas en torno a la efectividad operacional de las autoridades en el sector.
“Hoy por hoy no podemos decir que con la administración del espacio aéreo y todos lo que se les está dando (a las Fuerzas Armadas), ya están siendo productivos. A lo mejor lo serán, pero hoy no tenemos una idea. Lo que sí, es que da la impresión que van por sectores productivos”, considera el especialista.
Una nueva aerolínea estatal
Mexicana de Aviación, que inicialmente planeaba arrendar aviones Boeing 737-800, posteriormente dijo que podría arrancar operaciones con aviones Embraer 145 y más recientemente con tres aviones de la flota de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena). Aunque la oferta de la aerolínea estatal es clara en cuanto a precios más bajos, desde la Cámara Nacional de Aerotransportes (Canaero) surgen dudas sobre cómo se logrará esta reducción de tarifas.
Diana Olivares, presidenta de Canaero, destaca la necesidad de un “piso parejo” en el mercado, instando a entender cómo se alcanzará la disminución de precios, ya sea mediante subsidios, reducción de tarifas aeroportuarias (TUA) o ajustes en los costos operativos. La competencia sana es esencial, pero la equidad de condiciones es fundamental para la estabilidad del sector.
La promesa de ofrecer vuelos hasta un 20% más baratos que las aerolíneas comerciales tradicionales plantea interrogantes sobre la viabilidad de esta estrategia y su impacto en la libre competencia.
Tarifas aeroportuarias y slots
La entrada de Mexicana de Aviación, sumada al aumento de tarifas aeroportuarias del 5% al 9%, han sido presentados como medidas para ofrecer precios más accesibles. Además, a partir del 8 de enero, el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) reducirá sus slots de 52 a 43 por hora, buscando descongestionar el complejo y redirigir el flujo de pasajeros hacia el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA).
Pero los expertos consultados consideran que esta realidad aún está lejana debido a las complejidades en inversiones y planificaciones de negocio en el sector.
Fernando Gómez Suárez, analista del sector aéreo, cuestiona si estas decisiones están tomando en cuenta de manera integral las necesidades del mercado y la competitividad.
“Tiene que haber un sistema integrado de soluciones, porque de manera suelta e independiente no se logra. Tapas un hoyo y destapas otro. Será en 2024 cuando podrá observarse con nitidez el impacto de esta nueva dinámica”, concluye.
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