La industria del transporte enfrenta una crisis significativa en la tramitación de licencias y otros permisos esenciales, lo que podría tener repercusiones graves para el comercio y el movimiento de mercancías en el contexto del nearshoring. En abril, la Dirección General de Autotransporte Federal (DGAF) reportó una caída anual del 13.5% en los trámites de licencias para transporte de carga y pasaje, alcanzando solo 23,093 trámites realizados.
Los datos de la DGAF revelan descensos preocupantes tanto en trámites nacionales como internacionales. En abril, se llevaron a cabo 15,250 trámites nacionales, una disminución del 8.4% en comparación con el año anterior. Por otro lado, los trámites internacionales cayeron un alarmante 21.8%, con solo 7,843 gestiones realizadas.
José Alfredo Cárdenas, vicepresidente de Transportes Innovativos, atribuye esta caída a varios factores, entre ellos el rezago generado por la pandemia, la falta de personal y equipo adecuado para gestionar estos trámites. Cárdenas destacó que esta situación ha dejado a muchas empresas transportistas con camiones parados debido a la falta de operadores, placas o licencias.
“Entendemos que las autoridades están haciendo su mejor esfuerzo para ponerse al corriente, pero todos los trámites como emplacamientos, licencias y demás requisitos para el sector se han complicado en los últimos tiempos”, comentó Cárdenas.
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El sector transportista pone sus esperanzas en la virtual Presidenta electa, Claudia Sheinbaum, esperando que su gobierno digitalice los procesos de tramitación, lo que podría traer beneficios y mayor celeridad para el sector. Fernando Noriega, director general de Idealease, apuntó que la falta de planeación de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) ha impedido el avance en estos trámites, agravando la situación.
El impacto es claro en las estadísticas de la DGAF. Los trámites de licencias nacionales relacionados con cambios de categoría cayeron un 35% anual, los duplicados un 20% y las renovaciones un 8.4%. En el ámbito internacional, los cambios de categoría, duplicados y renovaciones cayeron 35%, 52% y 17.5%, respectivamente, en comparación con el año anterior.
La ralentización en los trámites de licencias no solo afecta a los transportistas, sino que también tiene un efecto dominó en el comercio y el movimiento de mercancías, especialmente en un momento crítico donde el nearshoring está en auge. El nearshoring, que implica el traslado de procesos productivos a lugares más cercanos al mercado final, ha incrementado la demanda de servicios de transporte eficiente y ágil. Sin embargo, con camiones parados y operadores en espera de licencias, la capacidad de respuesta del sector se ve severamente limitada.
Es fundamental que las autoridades tomen medidas inmediatas para resolver el rezago en los trámites de licencias y demás requisitos. La digitalización de estos procesos, como propone Claudia Sheinbaum, podría ser una solución viable y efectiva. Sin embargo, mientras esto se concreta, es imperativo mejorar la planificación y asignar los recursos necesarios para agilizar los trámites y evitar que esta crisis se convierta en un obstáculo insuperable para el crecimiento del comercio y la economía del país.
La industria del transporte es el corazón del comercio moderno. Si no se atienden estas necesidades urgentes, las repercusiones podrían ser devastadoras no solo para los transportistas, sino para toda la cadena de suministro y, en última instancia, para los consumidores finales.
Fuente: El Diario MX
