La administración del presidente Andrés Manuel López Obrador ha puesto en marcha un ambicioso plan para revitalizar el transporte ferroviario de pasajeros, una apuesta que plantea importantes desafíos para la infraestructura ferroviaria mexicana.
El enfoque de la actual administración en revitalizar el transporte ferroviario de pasajeros ha generado un debate sobre la viabilidad de compartir las vías existentes, hasta ahora utilizadas predominantemente para el transporte de carga. Con 18,000 kilómetros de vías concesionadas en México, la mayoría de las cuales son de una sola vía, la propuesta del Ejecutivo Federal enfrenta importantes retos logísticos y económicos.
Benjamín Alemán Castilla, socio fundador de Alttrac y profesor en el IPADE, destaca la complejidad de esta tarea. En una entrevista con Expansión, Alemán Castilla explicó que operar trenes de pasajeros y de carga en la misma vía es complicado debido a las restricciones de velocidad y la disponibilidad de slots, lo que dificulta el equilibrio entre ambos servicios. “Es tentador utilizar la infraestructura existente para agregar trenes de pasajeros, pero en la práctica es complicado pensar que en la misma vía puedas operar ambos tipos de trenes”, menciona Alemán Castilla.
Para evitar la saturación de la infraestructura de carga, la construcción de una segunda vía paralela se presenta como una alternativa viable. Esta solución, aunque implica inversión, no necesariamente sería excesivamente costosa, ya que aprovecharía el trazo de la vía existente, minimizando los costos de construcción. “No se trata de un proyecto tan costoso como el Tren México-Toluca, pero sería conveniente que, donde se pueda, se tienda una segunda vía para mantener separados ambos servicios”, agrega Alemán Castilla.
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La necesidad de esta doble vía se acentúa en un contexto de creciente intercambio comercial con Estados Unidos. Según datos de la Agencia Reguladora del Transporte Ferroviario, de enero a abril de este año se transportaron 46.1 millones de toneladas netas de carga por ferrocarril, lo que representa un incremento del 4.4%. Este aumento en la demanda de transporte de carga, impulsado por el nearshoring, subraya la importancia de mantener la eficiencia y rentabilidad de las operaciones de carga.
Víctor Galván, gerente senior de asesoría en cadena de suministro y operaciones de KPMG México, subraya la importancia de un análisis profundo sobre la utilización de la infraestructura actual, basado en la demanda de ambos servicios. “El análisis de carga y redes de distribución apropiadas debe redefinirse considerando el crecimiento paulatino de la demanda de movimiento de mercancías, más las rutas de transporte de pasajeros que podrían implementarse en la red ferroviaria existente”, asevera Galván.
La revitalización del transporte ferroviario de pasajeros representa una oportunidad única para modernizar y optimizar la infraestructura ferroviaria de México. Sin embargo, esta ambiciosa propuesta requiere una planificación cuidadosa y una inversión estratégica en la infraestructura. La construcción de una segunda vía, aunque no exenta de costos, puede ser una solución eficaz para garantizar la coexistencia eficiente de trenes de carga y de pasajeros, impulsando así el desarrollo económico del país.
En conclusión, mientras la administración de López Obrador se embarca en este proyecto, es crucial considerar todas las implicaciones logísticas y económicas para asegurar que tanto el transporte de carga como el de pasajeros puedan prosperar sin comprometer la eficiencia ni la rentabilidad del sector ferroviario mexicano.
Fuente: Expansión