El transporte de carga (bienes y personas) es como el sistema circulatorio de un cuerpo humano. Es decir, es de vital importancia para el desarrollo de un país, siempre y cuando esté bien regulado.
Algunos investigadores lo consideran como un elemento insustituible para la evolución de la economía, aunque si no se le controla puede ser un impedimento y hasta un obstáculo.
A nivel nacional ha sido la causa de muchos accidentes con cientos de víctimas mortales, y la causa del pésimo estado de las carreteras por el exceso de peso, y la falta de control de sus operadores.
Por eso me llamó la atención que la alcaldesa Cristina Díaz esté ocupada en el tema, que debería ser un asunto de prioridad a nivel metropolitano, dada la afectación en toda la carpeta asfáltica de la zona conurbada.
Si bien es cierto que la mayoría de los pavimentos en la metrópoli son obsoletos y de mala calidad, el tráfico pesado tanto de personas como de materiales diversos es una de las principales causas del problema.
Como bien lo dice Cristina es urgente un fondo para darle mantenimiento a la carpeta asfáltica. Se trata de un asunto que atañe o debería ser prioridad de los gobiernos estatal y municipales.
Eso genera además la pérdida de millones de pesos y de “horas-hombre” que se traducen en mala calidad de vida para los regiomontanos, dado que tardan horas en llegar a sus centros de trabajo, aunado al desgaste de sus unidades.
En el caso de Nuevo León es todavía más complicado, ya que a raíz del Tratado de Libre Comercio se convirtió en un paso natural para la entrada y salida de mercancías, donde hablamos de millones de viajes.
La movilización de la carga debe estar sustentada en una infraestructura adecuada para el transporte carretero, y de no ser así podría hasta frenar las inversiones como la Gigaplanta de Tesla que se construirá en los próximos meses.
Así pues, estamos ante un tema de vital importancia y que afecta a todos los que vivimos en esta entidad. Bien por Cristina por preocuparse, y ojalá su voz tenga eco en el resto de los alcaldes metropolitanos, y por supuesto en el Gobierno estatal.
Fuente: Milenio
Imagen: Pixabay
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