El subsecretario de Transporte, Rogelio Jiménez Pons, expresó su sorpresa y admiración por la rapidez con la que comenzaron los trabajos de ampliación. Este esfuerzo forma parte de un paquete más amplio de proyectos de infraestructura que el gobierno busca concluir antes de que el actual presidente de México deje el cargo en octubre próximo. Sin embargo, Jiménez Pons señaló que no estaba seguro si la ampliación del AIFA se completará a tiempo.
En un documento presentado a la Secretaría de Hacienda, la Secretaría de Defensa detalló que se invertirán aproximadamente 2 mil 860 millones de pesos en la construcción de siete edificios de almacenamiento de carga “tipo dúplex”, dos plataformas y una nueva pista de rodaje. Esta ambiciosa inversión refleja el compromiso del gobierno con el desarrollo del AIFA como un centro neurálgico para el tráfico de carga.
La orden de López Obrador el año pasado de trasladar las operaciones de carga al AIFA buscaba impulsar el tráfico en el nuevo aeropuerto, que estaba experimentando un crecimiento lento. Jiménez Pons reconoció que el espacio de almacenamiento actual “se quedó chico” para los transportistas, lo que subraya la necesidad urgente de expansión.
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Los datos de aviación civil muestran que el AIFA se ha convertido rápidamente en el principal aeropuerto del país para vuelos de carga. Este crecimiento es testimonio de la eficacia de las políticas implementadas y del potencial del aeropuerto para convertirse en un centro de carga autosuficiente y rentable.
Jiménez Pons también destacó que la industria alrededor del AIFA ha comenzado a florecer, con un movimiento de mercancías cada vez más eficiente. Este desarrollo es crucial para la autosuficiencia financiera del aeropuerto, que ahora está encaminado a generar ingresos suficientes para sostenerse por sí mismo.
La ampliación de la zona de carga del AIFA no solo responde a una demanda inmediata, sino que también representa una inversión a largo plazo en la infraestructura logística del país. La construcción de nuevos edificios y la mejora de las instalaciones actuales son pasos fundamentales para posicionar a México como un actor clave en el comercio global.
El desafío, sin embargo, es grande. Con el reloj corriendo hacia el final del mandato presidencial, la presión por completar estos proyectos es intensa. Pero con la determinación y el esfuerzo conjunto del gobierno y la industria, el AIFA está en camino de convertirse en un modelo de eficiencia y modernización en el sector del transporte aéreo de carga.
La expansión del AIFA es una señal positiva para la industria de carga en México. A medida que se desarrollan estas nuevas capacidades, el aeropuerto no solo aliviará la congestión en otros centros, sino que también fomentará un crecimiento económico más amplio y sostenible para la región y el país.
Fuente: El imparcial
